viernes, 13 de mayo de 2016

Escribiendo el futuro con mi letra de mierda

Está a punto de llegar, el fin de los tiempos, el último tic-tac, la línea que separa el presente del futuro se empieza a distorsionar y, aunque inamovible, juraría que se puede atravesar. El sol se detendrá en lo más alto y entonces anochecerá, las luces apagadas se encenderán, la música comenzará a sonar, con un poco de suerte quién sabe... puede ser Bono el que empiece a cantar.

Crees que te vas a ir, que vas a viajar, tienes la sensación de que todo quedará atrás y el ruido será silencio y en el silencio te encontrarás. La tinta se acabará y los dioses que juegan a escribir los guiones de lo que pasará se convertirán en espectadores del partido sin saber quién va a ganar.

Todo podría pasar y cuando lo piensas, cuando lo pensáis, os empezáis a cagar. El personaje de videojuego se ha dado cuenta de que tiene voz propia, que se puede mover y saltar, los de la obra de teatro de que son actores y tienen una vida tras el telón, con todas sus historias, con todas sus preocupaciones, el Capitán América ha sentido la atenta mirada de los cien espectadores expectantes en sus butacas preguntándose por quién estará dispuesto a luchar, por si mismo o por la libertad.

De repente todo se siente real, los colores saben a cosas, las comidas deslumbran con su cromática, el trago de vino atascado en la garganta, el beso que parece que no va a llegar, el abrazo de despedida en el viejo y olvidado lagrimal, seco como el desierto, cansado como la mirada del esquimal que todo lo ve blanco y nunca vio nada más.

Te preparas para caminar, para hablar quizá, incluso, para por fin decir la verdad. Si los astros se alinean, si las aves migran, si el frío se va y las flores salen a saludar, si las palabras que retumban en el corazón no se atragantan al final, si eres tú y nadie más. Si sabes qué quieres aunque no lo puedas imaginar.

Desde aquí sentado os veo a todos, altos, bajos, delgados o con más peso del normal, de cabello natural o tintado, seguros de amar, esperando la oportunidad, dudando a la deriva, atados de por vida, comparecientes, desesperados, desconocidos y hermanos, nativos o extranjeros, resplandecientes o tristes sumideros, valientes y temblorosos, inamovibles, pasajeros....

Desde aquí sentado os veo a todos y me pierdo buscando mi rostro, intento escribir el guión que los dioses no pueden continuar en una servilleta de bar.

Puta mierda que tenga tan mala letra, ¿verdad?


Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...