domingo, 28 de octubre de 2012

To death in a storm.

Mi piel grita. Está cerca y jamás volverá. Cae la vida, respira el vacío.
Las historias siempre desplazan el tiempo a un lado, marginándolo, transformándolo en un villano más.

Amarro a clavos oxidados la esperanza de un odio aislado. Peleo a ciencia incierta en un puerto ya olvidado. Lucho mano a mano con aquél recuerdo de garras afiladas y extraña figura ajena a la batalla.

Viajo atrás y temí por mi vida, miro por el retrovisor y hallo la sepultura. Rocas frías privatizadoras de oxígeno. 

Una sombra se levanta. La lluvia renace arrodillándome ante su tumba. 
 
No contesto. Todo va a cambiar. Y se lo dijo, después, se lo repitió.
Años, siempre en pie justo delante, simplemente está ahí. Un día papelera de reciclaje y: no, no, jamás pero estoy delante. No, nunca más pero.. ¿es sólo lo que veo? 
No es algo que lleve en las venas, no es diferente a la peor de las tormentas porque, cuando es perfecta, siempre se acepta.

Esperanza D.E.P





miércoles, 24 de octubre de 2012

¿Estoy yo viendo o llueve pasado?

Hay altares y hay altares. El otro día estuve en uno, pude probarlo con gusto, os lo digo hoy sentado en otro más bajo y menos cómodo.

En aquel altar podía ver ríos de tinta correr, gigantes en lo alto de sus nubes caer. Los tambores ensordecían el dolor que, cuchillo en mano, aguardaba al destendimiento de músculos e intenciones.
Con botas de escalador en sus pies ha olvidado el viajero el ascenso de apenas hora y media. Ahora sentado en el suelo con sangre en la cabeza se pregunta, perplejo: "¿Acaso me está doliendo, me quejo?"

Rezagada queda el alma del moribundo que, con suerte, observa desde una posición ventajosa el asesinato con nudo de corbata alrededor del olvido y una pizca de sal en el picazón de una jaqueca celestial.

martes, 9 de octubre de 2012

Título antiguo

Era de noche y un filtro amarillo bañaba la escena por completo. La potencia de fuego de las estrellas convenciendo a la luna para alumbrar con diferente tonalidad aquella noche repleta de sucesos y exenta de normalidad.

Ella había estado bajo aquél árbol, él había aparcado el trasto y el sombrero. Arropó con su gabardina aquél árbol que había almacenado recuerdos inexistentes y, sosteniendo el revólver en su mano, avanzó con paso firme hacia la casa en aquel campo de sueños y miradas en tela de juicio.

"Cuando todo ésto acabe, me tumbaré en el suelo y esperaré a que su figura aparezca dispuesta a sentarse junto a mi sombra".

lunes, 8 de octubre de 2012

Capa sobre capa

¿Y qué si el miedo supera a la vanidad? Respeto el dolor que me invita a olvidarte todas las mañanas, respeto el hedor del odio en mi mirada.

Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...