lunes, 18 de mayo de 2020

Érase, Es y Será

Érase una vez un poco de polvo flotando en el aire que pensaba y sentía.

Lo hacía, lo hace, lo hará.

Polvo que gana trofeos y lo celebra, 
que sabe cocinar, seducir y drogarse.

Polvo que cree que sueña,
que analiza los elementos que componen sus pesadillas.

Polvo que quiere igualdad, que quiere control, que quiere saberse con la razón.

Polvo que se infecta, se cura y se vuelve a infectar
a través de la tos.

Siente que todo le importa y que nada es suficiente. Y antes de darse cuenta, en lo que pareciera un instante de pasado y presente, llega la corriente y se lo lleva en un viaje que lo transformará en otra cosa diferente.
Entonces, justo antes de medrarse, dejar de sentirse existente, pensante, se dará cuenta de que nada importaba y de que todo era suficiente.

Justo antes de perdonar y olvidarse.
Justo antes del diluvio universal.
Justo antes de levantarse a trabajar.

Justo antes de conocerse entre las piernas de su madre.

Será una vez un poco de polvo recordando en el aire que creerá que siente.

Ya se lo llevó la corriente,
ya cree que sabe que está presente,
ya se lo llevó la corriente,
creando el pasado, olvidando su muerte.

Es una vez un poco de polvo soñando en el aire,
diciendo gilipolleces.



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