martes, 28 de agosto de 2012

Demencia cardioneuronal

Las palabras se las lleva el viento, los recuerdos quedan solapados bajo losas en lo más profundo del mar de los olvidos, donde nadie parece ser capaz de recordar que existieron otros tiempos, que hubo algo especial por lo que estaba dispuesto a pelear.
Era un soldado con más coraje que experiencia, mi arma siempre a disposición de la recompensa.

Como los incompetentes dependientes que somos, elevamos la naturaleza de quienes más estimamos a ecos divinos. No son sus ojos, podré haber dicho cien veces, es el mundo que guarda en su interior, son los espejos que reflejan cada ápice del mundo que me rodea pasados por ese filtro que prescinde de un granulado cinematográfico, su naturaleza es llamativamente épica.

El árido desierto donde la soledad me carcome por dentro llegó a ser un jardín rico en verde y otras cosas, un lugar donde la cabeza descansa sobre su regazo y el cielo muestra sus secretos a puertas abiertas: "día del espectador, de cuatro a diez regalamos la felicidad con un lacito del color que más coraje le dé". Veo a los perezosos al otro lado de las puertas del paraíso y antes de poder completar mi mueca burlona mi perspectiva cambia al otro lado de las rejas doradas.

Y una vez más yo soy el chiste porque soy un estúpido. Cometí el error de hacerlo todo mal desde el principio sin tener en cuenta la fauna del ecosistema o las páginas del libro.

Y el álbum de fotos se marchita, falto de agua y de alguna sonrisa, metamorfoseándose en un triste diario que recoge cada deseo en un anuario.

domingo, 19 de agosto de 2012

God and the Dev/bil

Ahí estaba, en medio de nada. El grís diurno cede su puesto al cielo nocturno. Luna sobre nuestras cabezas, blanco mortecino adorna las malezas.


Mafia y dolor en el corazón de teflón. Ruidos espectrales en casas encantadas de expectativas y pequeñas caricias animales.

Y sigue el caballero manteniendo el escudo en alza, la cabeza por debajo del dolor.

Sucesión interminable de gritos que atraviesan cristales como balas, rituales satánicos en las gradas.

La tormenta perfecta en mi cabeza: gira la esquina, ahí está de nuevo, es ella.

Y dejo pequeñas partes de un ventrículo roto para que siga el camino de vuelta a casa, para que no me abandone sin comida ni agua sobre la mesa.

Con el culo sobre la madera podrida del porche la veo de vuelta, con paso cansado y mirada ausente. Está muerta, ya no reconoce su propia mente. Ojos negros, carbón en sus pupilas, azabache en su mirada furtiva. Está muerta, yo la he matado. Me la han robado. Hija de lobos, princesa de los bosques.

Y vuelve mi alma sobre sus pasos, camino del lago. Está destrozada la ciudad que un día fue poblado. Las llamas engullen cometiendo pecado. La gula del fuego es un martirio en un día tan preciado.
Ruegas sobre tus rodillas al señor, pides clemencia y suplicas perdón.

Espesor de tinieblas en bosques de ricos. Silencios aguardan lugares recónditos. Aullidos en la noche, la luna llena sangrando tinta sobre frondosos horizontes.

El cielo acuarela nocturna, se diluye firmamento abajo buscando un nombre.
Está muerta.



sábado, 11 de agosto de 2012

Cuando sea mayor, ¿vale, mamá?

"No puedo irme contigo".
Salgo de casa.
Camino, clavo las suelas de mis zapatos en unas cuantas baldosas y me enciendo un cigarrillo. Hace tanto calor que no necesito mechero para prenderlo, me basta con el vapor de sopa que incinera por donde sopla.

Las calles están sucias, las mentes son dispares y no poco evidentes. Casas de ceniza y montones de estiércol adornan los suburbios de lo que fue mi mundo perfecto.

No es un pensamiento claro el que circula por las calles destruidas de las grandes maquinaciones. 
Las convulsiones de mi perro dormido me recuerdan a los últimos coletazos de un pez seco y asfixiado, de nuestros primeros deseos, los más inocentes y los menos longevos. Deseos y miedos de una infancia rica en grandeza y límites impuestos solo por el universo. "De hecho, inventaré la civilización fuera de éste planeta" dice con el chupa-chups en la boca y las gafas torcidas.
Ya no es igual, le han salido tetas.

Todos vosotros teníais objetivos: ser presidentes, transformaros en heróicos astronautas, mutar en increíbles amas de casa... 
Mi objetivo era distante, diferente. Para mí era lo realmente importante, joder, era más espabilado a esa edad que muchos de vosotros ahora, orangutanes remilgados.
Mi meta en la vida era encontrarla a ella. A mi alma gemela, mi media naranja, esa princesa de las nubes que sola y asustada, escondida bajo la cama, esperaba mi llegada con impaciencia y una pequeña rosa morada.

Y crecí, dejé de preguntarle a mi madre. Latigazos en el pecho para despertarme de tal sueño. Decepcionado. 

Me enamoraba, soñaba, creía que funcionaba. Todo hasta que ella sacaba su bota y con una fuerte patada, con todo acababa.
Un romántico sufridor reacio a la soledad y amante del castigo sin bondad. El chico bueno que camina buscando el beso de verdad.

Se hicieron promesas. Cambié el alma por un J&D.

Empecé a dejar de convencerme a mi mismo, me esfuerzo por dejar de mentirme y mantener el tamaño de mi puta nariz. Los pájaros vuelan, los muertos solo descansan.
Ahora miro a mi alrededor y todos están juntos, miro a mi alrededor y todos están más jodidos que yo. Parejas rotas, engañadas. Parejas con secretos y parejas castigadas.
Soy un soldado sin casco y con pene en el campo de batalla. La mierda vuela sobre mi cabeza como metralla propulsada. ¿Qué coño os pasa?

El sol castiga a las almas más despiadadas, me pongo las gafas. La niña ahora es toda una señorita, otra cosa se ha metido en la boca. Soy un pájaro libre en un corral de gallinas enjauladas. Entro, las miro y me río a carcajadas.

"No puedo hacerlo". Me he reído, me he descojonado.

 Dejo el juego, hijos de puta. Lastimaros, heriros, asesinaros, mutilaros, desangraros. Jugad a los terroristas con vuestros órganos vitales.

Soy un hombre entre mortales, carne y hueso entre palabras y banalidades.
El rock viene de donde antes surgían baladas. La miro, ya está mojada.

- Hola, ¿puedes ayudarme? tengo una duda social.
- Vale, ¿cuál es aquí el debate?
- ¿Quieres subir?
- Para....
-Para hacer el amor y esas cosas.

Mientras vosotros os decís "te quiero", yo utilizaré la lengua para dar unas pinceladas de realidad en este lienzo de mierda adornado de bacanalidad.
-Mmmm.... joder.....¡ah!



lunes, 6 de agosto de 2012

La cruz

Eran buenos tiempos, ojalá alguien me lo hubiera dicho. Se hicieron promesas, se dibujaron sonrisas, se rompieron corazones, "se aprendieron duras lecciones"...

El sol refleja los sueños rotos como porcelanosa arena, taciturna y acomodada, se escurre entre las yemas de mis dedos. No la tengo a ella, pero la prosa forzada es mi don, ser esclavo de sus ideales, mi perdición.

Paz y prosperidad suplica el alma que desea guerra en carne viva, tormento sin ropa de por medio.
Y sufre en silencio el gato milenario, miedoso y prudente, asqueroso y estridente.

El aire por aquellos tiempos era diferente. Traía un olor tan... penetrante. Aún lo recuerdo con cortinas de agua empañando mis ojos, con espadas ardientes ensartando mi espíritu.

"... echo de menos tu olor, ¿sabes? Me despertaba por las mañanas y las sábanas olían a ti, creía que estabas allí, a mi lado, recostando tus cabellos de ángel sobre la almohada de un plebeyo. Abría los ojos y el polvo en suspensión suplantaba tu cuerpo en un despido sin perdón. Me acordaba de todo otra vez y entonces el corazón se me volvía a partir."

Qué tiempo en el que la rozaba con mis dedos y todo parecía posible, si no en este universo, en el que yo mismo construiría recuerdo a recuerdo.

Mis pensamientos no me salvan del desembarco en Realidad. Temo recibir una bala calibre nueve miradas y un rechazo.

Tengo un arañazo en la espalda, cicatriz y marca, del último No que nació en las comisuras de sus labios. Ese No tan hijo de puta que, ciudadano de Paraíso, emigró a mi ciudad de tormento para cortar la espalda del rey.

Los andamios se resquebrajan entre sueños y verdades, el obrero sin casco cae, cae y se mata.

La brecha se hace más grande, ella no siempre me querrá, eso también lo sé.

Se aleja más y más, ella ha seguido sin mi mientras yo nado a cámara lenta en un mar de coños.


viernes, 3 de agosto de 2012

Amante universal

Follando y pegando. Hermoso título de novela ficticia que en tan solo dos palabras y una letra de unión describe el sentido del universo. Amor y odio, tan ligados el uno al otro como dos hermanos siameses, unidos por sus hermosas cabecitas más alienígenas que cabecitas en el momento del parto. 

Hay formas y formas de hacer las cosas, de lograrlas y de joderlas. Pero siempre hay formas. Nunca se trata de lo que dices sino de cómo lo dices. El lenguaje nos ayuda a desvelar secretos que no queremos destapar, viudas con niños que viven para follar.

Todos tenemos secretos, las mujeres tienen atractivo y secretos. Una sonrisa, una curva, un piercing en el pezón... ¿en los dos, tal vez? 

Caligrafía atiborrada de bruscos tachones para ocultar la fealdad interior de una letra que se degenera con el correr de la tinta. La vida y el vino de la eterna juventud.

Un no por un sí y un mechón de pelo rubio sobre mi hombro. Olor a frutas del bosque en una habitación adornada de sexo y traición, de corazones rotos y emoción, marihuana y dolor en cada rincón.

Y aquí estoy, esperando al momento venidero, el traerme de la manita algo más que una boca de riego. "Probablemente no pasaré a la historia y mientras no lo hago, me gustaría ver un poquito de pubis. No hablo de aquellos enormes matorrales del playboy de los años setenta, solo algo que me haga recordar que le estoy comiendo lo suyo a una tía adulta".

El mundo es un cóctel amargo donde lo bueno se oculta en el subsuelo y la sociedad, una rata enferma empeñada en castigar a su población femenina, las diosas de la salvación, las combatientes de los jinetes del apocalipsis.

Hacedme un favor, cuando llegue el fin del mundo, no las pidáis perdón. 

Amad al ladrón por su enorme polla y no por su condición.


Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...