martes, 26 de marzo de 2013

Hoy he visto a mi enemigo.

Hoy he visto a mi enemigo. Iba todo de blanco, con muy malos humos. Le tuve delante durante diez minutos, incluso le di la mano, le había estado mirando pero no le había visto.
La habitación, la calle, el parque... cada dos por tres, cuando cerraba los ojos y dejaba actuar a mis instintos, a mi hedonismo, aparecía. Tiene nombre, lleva escrito con tinta negra el nombre.
Es como una etiqueta, a veces se multiplica veinte veces. Me ha estado comiendo el coco, ¿sabes? me controla. Aprovecha mis impulsos más salvajes, se alimenta de mi impulso animal.

Es silencioso pero intenso como el fuego. Su calor desarma mis escudos, inutiliza mis defensas, adormece mi resistencia. Blanco impoluto como un santo venido del cielo. Siempre tan cerca de mi corazón.

Hoy he visto a mi enemigo. Se aproximaba muy despacio, mis ojos le miraban y por fin le he visto. Susurrando como le susurraba a Eva. Me ataca directo a los órganos vitales, ¿entiendes? No duele, pero mata. Su veneno se filtra con cada respiración que tomo.

Hoy he visto a mi enemigo y le he besado.


Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...