viernes, 3 de agosto de 2012

Amante universal

Follando y pegando. Hermoso título de novela ficticia que en tan solo dos palabras y una letra de unión describe el sentido del universo. Amor y odio, tan ligados el uno al otro como dos hermanos siameses, unidos por sus hermosas cabecitas más alienígenas que cabecitas en el momento del parto. 

Hay formas y formas de hacer las cosas, de lograrlas y de joderlas. Pero siempre hay formas. Nunca se trata de lo que dices sino de cómo lo dices. El lenguaje nos ayuda a desvelar secretos que no queremos destapar, viudas con niños que viven para follar.

Todos tenemos secretos, las mujeres tienen atractivo y secretos. Una sonrisa, una curva, un piercing en el pezón... ¿en los dos, tal vez? 

Caligrafía atiborrada de bruscos tachones para ocultar la fealdad interior de una letra que se degenera con el correr de la tinta. La vida y el vino de la eterna juventud.

Un no por un sí y un mechón de pelo rubio sobre mi hombro. Olor a frutas del bosque en una habitación adornada de sexo y traición, de corazones rotos y emoción, marihuana y dolor en cada rincón.

Y aquí estoy, esperando al momento venidero, el traerme de la manita algo más que una boca de riego. "Probablemente no pasaré a la historia y mientras no lo hago, me gustaría ver un poquito de pubis. No hablo de aquellos enormes matorrales del playboy de los años setenta, solo algo que me haga recordar que le estoy comiendo lo suyo a una tía adulta".

El mundo es un cóctel amargo donde lo bueno se oculta en el subsuelo y la sociedad, una rata enferma empeñada en castigar a su población femenina, las diosas de la salvación, las combatientes de los jinetes del apocalipsis.

Hacedme un favor, cuando llegue el fin del mundo, no las pidáis perdón. 

Amad al ladrón por su enorme polla y no por su condición.


Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...