martes, 31 de julio de 2012

El fin de una era

Las máquinas echan humo, las locomotoras reciben su carbón y las iglesias arden presas de las llamas de una nueva fe.
Los predicados y los sujetos se dan la mano en un vals de muerte y destrucción de vidas excepcionales.
 Y aquí estoy, esperando. Aguardando sobre la silla de las banalidades un futuro inmediato repleto de números, fórmulas y cuadernos que me paso por... ya sabéis por donde.

Las vacaciones están en potencial extinción y mi sistema de riego se deprime ante tan gran emoción.
Vamos a joder mientras podamos, entendidos del coloquialismo sudamericano.
Ándale!

Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...