domingo, 19 de agosto de 2012

God and the Dev/bil

Ahí estaba, en medio de nada. El grís diurno cede su puesto al cielo nocturno. Luna sobre nuestras cabezas, blanco mortecino adorna las malezas.


Mafia y dolor en el corazón de teflón. Ruidos espectrales en casas encantadas de expectativas y pequeñas caricias animales.

Y sigue el caballero manteniendo el escudo en alza, la cabeza por debajo del dolor.

Sucesión interminable de gritos que atraviesan cristales como balas, rituales satánicos en las gradas.

La tormenta perfecta en mi cabeza: gira la esquina, ahí está de nuevo, es ella.

Y dejo pequeñas partes de un ventrículo roto para que siga el camino de vuelta a casa, para que no me abandone sin comida ni agua sobre la mesa.

Con el culo sobre la madera podrida del porche la veo de vuelta, con paso cansado y mirada ausente. Está muerta, ya no reconoce su propia mente. Ojos negros, carbón en sus pupilas, azabache en su mirada furtiva. Está muerta, yo la he matado. Me la han robado. Hija de lobos, princesa de los bosques.

Y vuelve mi alma sobre sus pasos, camino del lago. Está destrozada la ciudad que un día fue poblado. Las llamas engullen cometiendo pecado. La gula del fuego es un martirio en un día tan preciado.
Ruegas sobre tus rodillas al señor, pides clemencia y suplicas perdón.

Espesor de tinieblas en bosques de ricos. Silencios aguardan lugares recónditos. Aullidos en la noche, la luna llena sangrando tinta sobre frondosos horizontes.

El cielo acuarela nocturna, se diluye firmamento abajo buscando un nombre.
Está muerta.



Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...