miércoles, 12 de marzo de 2014

Disolución de falsas palabras

Maldad. Oscuridad. El dolor de los vivos y el olvido de los muertos. Las cenizas recorriendo las venas de un mundo que se pregunta "¿Cuánto hace que estoy aquí?". Dormimos, sudamos, follamos, odiamos.... amamos. Hacemos el bien cuando las cosas nos van bien, dañamos cuando se cuartea nuestra piel, sollozando en los rincones más profundos de la desidia humana, del rencor que divide el puzzle que componemos como especie. Fracasamos creyendo que lo correcto es lo correcto y nos jactamos de poseer la razón en una ilusoria discusión con nuestro enemigo cuando la verdad es que no hay enemigo. Nadie es nadie. Nos follamos a nosotros mismos, odiamos al rostro pálido y moribundo que nos devuelve el espejo. Perdemos facultades a ritmo vertiginoso, creciendo nuestra incompetencia, aumentando los muros del falso conocimiento en vagas ojeras.

Las costuras que no nos unían se deshilachan, nos quemamos los dedos poniendo la mano en el fuego.

Retroceden las llamas de un silencio extraviado, recóndito y miserable, que peleamos por entender. Luchamos por mantener la paz, utilizamos la palabra, el arma de destrucción masiva más devastadora jamás concebida, para no recurrir a la violencia. Nos rebozamos en la falacia disfrazada de verdad. Todos los días es carnaval.

Y yo me pregunto, atendiendo a mi falsa creencia, a mi falsa capacidad de observación, a mi falsa objetividad: ¿Cuándo coño parará todo esto?

Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...