lunes, 10 de septiembre de 2012

Over

Roma arde, pienso mientras sostengo mis temblorosas manos a unos metros de la cajetilla. Me arden los ojos, arde la esencia de la humanidad en mis riñones.

Duele el color fosfato que ilumina el derrumbamiento de los gigantes. Caen ciudades y caen diamantes.
Y aquí estoy yo, sin una botella de whisky conduciendo mi mente a planos inferiores, restregando los oxidados metales que me atrapan entre pestañeo y pestañeo con agua y sal.


Eclipse

Hay un caballo corriendo en mi mente. Se aleja de mi frente al galope y cabalga sobre los cuerpos callosos, las circunvalaciones de mi encéf...