Primero de todo tengo que pedirte perdón por hacer esto público, tengo una tendencia a vociferar al mundo a través de las palabras los susurros más íntimos que tintan mi alma de esas emociones que nos hacen humanos.
Nunca ha sido fácil. No para mi. Soy un desastre, un caos, siempre lo he sido y siempre lo seré.
La primera vez que me rompieron el corazón me asomé a la grieta que había quedado y descubrí todo un mundo de melancolía y dolor en el que encontré pasión, inspiración y toda una gama de grises con la que pinté el mundo. Lo sé, yo tampoco lo entiendo muy bien, el mundo.
A través de mis ojos todo es hermoso y mortal, todo brilla y todo se seca a la vez. Como yo, como todos.
Siempre he sido un amante. Siempre he estado enamorado del amor y mi hijo favorito siempre ha sido esa soledad que me acariciaba el hombro cuando me sentaba frente a la página en blanco. Encuentro amor en esa historia que no puede ser, la que termina conmigo apoyado en el capó del coche en una gasolinera a kilómetros de mi ciudad contemplando el cielo intentando entender la vida antes de que se consuma el cigarro y tenga que volver.
A veces tengo que irme para poder volver. Algunos de mis mejores amigos te lo podrían confirmar. Soy un escapista, un corredor, corro kilómetros y cuanto más me alejo más me siento cerca de casa. No sé a dónde pertenezco, no sé dónde podría terminar.
Recientemente he conocido a alguien. No lo planeé, no lo buscaba, no estaba preparado. Está loca, loca de una forma que me hace sonreír. A veces digo una palabra y estalla en carcajadas que parecen no tener fin. Es tan cariñosa como puedo querer y parece querer conocerme de verdad. No es fácil, siempre pasa algo, las plantas siempre mueren aunque vivan cien años pero parece que he captado su atención.
No la conozco y no sé cuándo ni cuánto lo haré, pero quiero hacerlo. Esa es la parte importante.
No puedo firmar un futuro con ella, no tengo bolígrafo y no quiero firmar porque la realidad siempre está cambiando y soy libre. ¿Pero sabes qué? Creo que puedo ser libre dándole la mano.
Aún es pronto para saberlo, la estoy idealizando. Estoy dibujando la parte de ella que no conozco y sé que el dibujo no se corresponderá con la realidad. Es defectuosa, ya sabes, es una persona. Eso es lo que me gusta. Es real. Es directa.
Ha sufrido antes, igual que yo. Como todos.
Está aquí y no puedo prometer nada, no sé cuándo terminará la canción si lo hace. Esto no es un cuento donde en la página siguiente apareceremos en un porche peinando canas y rememorando tiempos mejores.
No puedo decir nada que no sepas, excepto que ella eres tú. Y que me haces sonreír y querer gritar más alto "¡¡follar!!" para que tengas que mandarme callar. Solo eso, suficiente por ahora.
La gente se suelta la mano, pestañea y se pierde el momento, se pierde en un mundo donde cada esquina es una realidad y entonces jamás vuelven a verse de la misma manera y no puedo prometerte que jamás nos pasará, sabe Dios que bien podría hacerlo.
Pero quédate con esto y presta atención, no quiero soltar tu mano, aún no.
Sinceramente, yo.