Los predicados y los sujetos se dan la mano en un vals de muerte y destrucción de vidas excepcionales.
Y aquí estoy, esperando. Aguardando sobre la silla de las banalidades un futuro inmediato repleto de números, fórmulas y cuadernos que me paso por... ya sabéis por donde.
Las vacaciones están en potencial extinción y mi sistema de riego se deprime ante tan gran emoción.
Vamos a joder mientras podamos, entendidos del coloquialismo sudamericano.
Ándale!