Del tipo que importa para bien y para mal, del que cruza países, océanos y la muerte. Del que sube escaleras para después bajarlas.
Del tipo que llora sonrisas sin cesar, del que sonríe lágrimas sin final.
Del tipo que vive fuera de ti y transforma el mundo cuando te saca a bailar. Del que te enseña qué es amar.
Ese tipo de amor bajo la almohada, del que es un tipo de ley física que Newton jamás supo explicar. El que no cabía en ecuación alguna que Einstein supiese desarrollar.
Ese que calla para con miradas poder hablar. Ese que truena cuando convergen piel y piel.
Ese amor.