Querida Alberginia:
Ten cuidado, ándate con ojo como dirían algunos. Ten cuidado porque estás viva y puedes llegar a perdértelo todo. Tienes que andar con precaución, sin pasarte, sin pisarte, fíjate bien.
Ten cuidado de arriesgarte, ve con la precaución y la seguridad de lanzarte a la piscina, nunca te quedes demasiado quieta en el mismo sitio, no te pases demasiado tiempo sentada y fíjate bien en este torbellino que son los días, los soles y las lunas, la vida. Fíjate bien para no perder ninguna de todas esas imágenes que amanecerán en tu pupila y que, antes o después, anochecerán hasta desaparecer en el imaginario colectivo.
Sé que la mayoría de las cosas que aquí te diga las hemos hablado pero permíteme rescatar los puntos más importantes y repetir alguna que otra frase en un intento por hacer de estas palabras un todo con una pizca de sentido.
Me he roto mil veces yo solo en mi habitación con mis sentimientos. La melancolía corta, la nostalgia asfixia, puede llegar a apretar fuerte tu cuello mientras, despistada, lo analices todo en blanco y negro. O sepia. O con cualquier otro filtro que se antoje romántico.
Y hablando de romanticismo, y de eso se un poco, sé como te hace sentirlo todo. Sé que es una forma de vivir la realidad que entre todos hemos creado y que cada uno ve de una manera especial. La tuya lo es, especial. Esa sensibilidad que tienes te hará pasarlo realmente mal, te lo dice un llorica empedernido, pero merece la pena. Merece sentir a los demás dentro de ti, porque antes o después lo harás, de eso no me cabe ninguna duda. Te tirarán piedras a la ventana, esperaran en tu puerta a las cinco de la madrugada y con un corazón maltrecho irán en busca de remedios, remendados por dentro.
Se que son millones las preguntas que se te antojan sin respuesta y que eso también te enamora. Se que estás enamorada de las cosas. Me dijiste que hablaba de forma muy bella de ella y te dije que aunque la había olvidado no había olvidado el amor. También te dije que una vez que un ser humano conoce el amor jamás puede olvidarlo, que lo transforma para siempre. También te dije que estoy enamorado del amor. No es malo, puede ser peligroso, pero nos gusta vivir así, a nosotros, a los románticos, ¿verdad?
Hasta lo malo, lo feo, lo triste es bonito, porque somos una especia capaz de crear belleza, ¿cierto? No tengas miedo porque al final vas a amarlo todo.
Es bonito saber lo bonito que sería lo que no puede ser. Es bonita la idea, es bonito el sonido cuando se te escapa entre los labios viendo amanecer.
Te van a hacer daño y en ocasiones querrás hacer desaparecer esa parte de ti que siente el motor del universo funcionando en tu interior. No lo hagas, ningún dolor debería jamás poder con eso, nadie debería ser jamás capaz de demostrarte que todo sería mejor si la ingeniería del corazón no funcionase, si sus trabajadores se recrearan en huelga, que todo sería mejor si una coraza te resguardase.
Tu piel es suficiente limitación, no te impongas más, no te endurezcas por fuera, no madures de la forma equivocada, no te alejes de esa llama que desprende calor con cada una de tus palabras.
Anoche me reconocí en tu interior, y por fin pude verme desde el exterior. Fue precioso. Te doy el relevo en cierta parte, de forma inevitable, inequívoca, con lágrimas en los ojos. De romántico a romántico, de alma a alma.
Te sentirás morir, tu propia voz perderá sentido y la locura del corazón arañará tu cerebro en una llamada de atención general. "Estoy sufriendo", está bien, jamás estarás sola. Porque somos uno con diferente rostro, somos uno en la multitud, somos luz.
Vive, querida berenjena, para que cuando mueras puedas notar la diferencia.